La emoción y la nostalgia de los fans de volver a escuchar a Jamaica 69 en vivo, se hizo realidad con dos fechas la semana pasada, acompañados de un par de representantes de la nueva escena del ska mexicano.
Tan importante acontecimiento se llevó a cabo, primero, la noche del jueves 28 de junio en el ya conocido Gato Calavera, siendo la única fecha programada para la Ciudad de México. Así fue como inició el Matehuala Rides Again Tour 2018, de Jamaica 69, invitando como teloneros a The Serial Killer, The Oilers, Dekkers y Módulo Ghetto.
Continuando con la celebración también al día siguiente, la banda se presentó por primera vez en Tultitlán –Estado de México- en El de Camilo Bar, alternando un poco las bandas invitadas, quedando en esta ocasión The Smokings Rude Sound, The Serial Killer y The Oilers.
Algo asombroso fue que el evento del jueves inició con sólo 15 minutos de retraso –pasando las 8pm- mientras se hacía el soundcheck de la primera banda. La gente esperó paciente y sin problemas una vez estando dentro, pues había quien esperaba desde las 7pm fuera del recinto.
No cabe duda, por otra parte, que el Gato Calavera sigue siendo el mismísimo infierno con el calor que se encierra en el lugar y, aun así, sorprendió que se llenara el evento, pues no se esperaban tantos asistentes que al final lo disfrutaron bailando y coreando con alegría las canciones que los han marcado, entre covers y rolas propias de las bandas participantes, porque el audio del lugar en verdad que daba para tener una excelente noche.
Además pude notar que en esta ocasión no prendieron los ventiladores tal vez como táctica para seguir vendiendo la cerveza tan cara que te pasas como agua y que a penas te refresca. El costo de la entrada valió lo que oímos, sobre todo por las 2 horas y media en que Jamaica 69 tocó al final, llevando la fiesta hasta la madrugada. Aquí la entrada estuvo más barata que al día siguiente a pesar de que en el Gato Calavera hubo una banda más que en Tultitlán.
El viernes el evento se retrasó en un aproximado de 30 minutos sin hacer una gran diferencia. El de Camilo Bar no es un lugar adecuado para esta clase de eventos, ni para albergar a tanta gente cerca del escenario que estaba hasta el fondo. Para llegar a él, había que pasar por un mar de personas, siendo un tanto incómodo para las bandas y para el público el no tener la libertad que estos espacios requieren para moverse sin problemas.
Aun así hubo gran cantidad de asistentes que realmente disfrutaron de las bandas invitadas y que, sin duda, bailaron hasta el final. La energía del público era contagiosa –a comparación del día anterior en el Gato Calavera- pese a los problemas técnicos y de logística que se suscitaron.
Aunque el audio era bueno, el ingeniero encargado realmente dejó mucho qué desear a la hora de ecualizar, pues interrumpía el show debido a que no funcionaba efectivamente el feedback de los micrófonos. Aunado a esto, el piso del escenario estaba mojado por lo que eventualmente provocaba descargas eléctricas al acercar demasiado el micrófono a los labios y bueno, qué decir de la música de fondo que tardaban en quitar después de ya iniciado los número musicales empalmando los sonidos.
Las bandas que integraron los carteles son parte de la escena joven del nuevo movimiento del ska en México, como The Smokings, que con 1 año en la escena y su estilo Rude Boys desde Cuautitlán –de Romero Rubio- hicieron bailar con Rocksteady, Reggae, 2 Tone y Ska Revival. Todos ellos muy bien uniformados a la hora de su presentación, tocando un ritmo más tranquilo y tradicional parecido a los sonidos de Jamaica y regresando a las raíces del ska, pero que la gente disfrutaba pues estaban comenzando a calentar motores.
Enseguida continuó The Serial Killer, que desde Atizapán de Zaragoza ya cuenta con 3 años en la escena. Después de un periodo muy corto de inactividad en el que prepararon su nuevo material y en el que grabaron su primera producción de estudio, regresaron a los escenarios con cambio de imagen para hacer bailar a la audiencia con su Ska Tradicional, 2 Tone y Ska Revival, llamando la atención por su vestimenta formal estilo Gangster. Subieron al escenario con una combinación de canciones propias y covers hechos a su estilo y, cabe mencionar, que esta es una de las pocas bandas del género que tienen en su alineación a una chica como vocalista.
Aquí puedes ver parte de la presentación de The Serial Killer en el Gato Calavera: https://goo.gl/sCtvLL
Desde Naucalpan resistiendo, se presentaron The Oilers, cuyo show disfrutaron los skinheads asistentes sobre todo gracias a covers bien conocidos. Con un estilo de vestimenta más rebelde y random, y un ritmo más agresivo a comparación de las otras bandas, la gente seguía bailando bastante eufórica. Banda atractiva también, pues entre su alineación se encuentran dos chicas: una bajista y una tecladista.
Y así llegamos a la banda estelar, que desde sus inicios en diciembre de 1999 en Matehuala, San Luis Potosí, ha encendido el corazón de tantas personas con covers de bandas extranjeras traducidas al español, lo que además ha vuelto tan entrañables sus presentaciones. Con su Rocksteady, Early Reggae y Ska Clásico en 9 discos oficiales, Jamaica 69 ha acercado la esencia de las canciones originales de la isla a los oídos de la gente, pues pertenecen a ese pequeño sector de músicos que se atrevieron a hacer algo diferente a lo que predominaba en aquellos años.
El proyecto posteriormente fue mudado a la CDMX y, a pesar de que no todos los integrantes son parte de la alineación original, después de 4 años vuelven a los escenarios con Mundis –el vocalista original- como en los viejos tiempos: con esa emoción y nostalgia con las que deleitaron al público durante más de 2 horas de éxitos que los fans corearon con fuerza al escuchar el sonido clásico y las letras de No Volverás, Cálido Amor, Rudy Enamorado, Borracho, entre otras.
Aunque la gente los adora, entre músicos son más odiados que queridos, pues muchos afirman que tomaron el camino fácil al ser una banda de covers traducidos al español (y sin tener tanta complejidad en sus canciones y sus letras). Lo cierto es que, lo que hace que una banda sea amada y aclamada, para otros, podría ser la razón por la que será odiada y repudiada; eso aplica no sólo en la música, sino en muchos aspectos de la vida.
Y esto, al final, hizo que dos noches llenas de recuerdos estuvieran acompañadas de esa música que llenó de añoranza el ambiente. Ambiente de ese ska jamaiquino que muchos traen tatuado en el corazón.
Autora: Karen Perea
Fotografías: Karen Perea
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