*Análisis temático. ¿Cuáles son los efectos de la guerra en los soldados? En el campo de batalla miles y miles pierden la vida, mientras que otros tantos regresan a sus países de origen con recuerdos insuperables.
La guerra es quizás uno de los acontecimientos humanos con mayor historia. Ha acompañado a las civilizaciones de todos las eras y de todos los continentes a través de un largo camino. La conquista y la colonización parecen ser las constantes detrás de las balas.
Después de lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial, los gobiernos internacionales entraron en crisis. Otra guerra más hubiera sido devastadora para el planeta, por lo que se instauró una paz que cesara con los conflictos. Sin embargo, en Oriente estalló la Guerra de Vietnam: una batalla confusa, liderada por EU y por su política anticomunismo, que buscaba aplacar a las fuerzas del VietCong: una organización armada opositora de la colonización vietnamita desde años atrás, desde 1958, que también se oponía a la intervención estadounidense por el control ideológico y territorial.
Full Metal Jacket es, ante todo, una película antibélica. Un destacamento de la marina estadounidense avanza hacia el interior de ciudades incendiadas y hechas polvo por el paso de tanques y helicópteros. Durante su recorrido, un francotirador vietnamita les dispara y hiere de muerte a algunos de los soldados. Empero, la fuente del discurso de Stanley Kubrick no es ésta, sino algo mucho más inherente a la condición humana.
Adiestramiento.
El adiestramiento es la primera fase de la educación bélica y, como en toda educación rigurosa y disciplinaria, el paso necesario para cualquier aspirante es el abandono de la identidad. En las tomas iniciales de la película, observamos a los cadetes siendo rapados, para evitar así un reconocimiento mayor que el que el Ejército permite. El Sargento Hartman, se nos presenta e impone las reglas de la Compañía con una jerga y un lenguaje corporal muy específicos. En los cuarteles, no existe la noción de lo individual: absolutamente todos siguen las mismas órdenes y todos reciben el mismo trato. Sólo aquellos que flaquean reciben una dosis mayor de disciplina.
En su documental The Pervert’s Guide To Cinema (2006), el filósofo esloveno Slavoj Zizek explora las dinámicas y rituales de Full Metal Jacket y, con ello, de la fuerza militar. Explica, a través de un detallado análisis, que para formar parte de un destacamento -en este caso- es fundamental seguir las reglas secretas que éste impone. Es así como a las marchas a primera hora del día, se añaden unos cánticos y canciones pegajosas con una alta connotación sexual; su utilidad, consecuentemente, es simple: guardar una distancia entre el futuro acto de matar y el de mantenerse cuerdo a través de lo lúdico. Ello, por supuesto, bajo el disfraz de la camaradería.
Empero, el cadete Gomer Pyle asume demasiado bien su rol como soldado y sufre una despersonalización extrema, consecuencia del incremento de estrés y del rompimiento de la distancia con su adiestramiento. Al poco tiempo, comienza a hablar con su arma y a adquirir una destreza fría para disparar en el campo de tiro. Durante la última noche en el cuartel, Pyle dispara a Hartman consumido por la furia y luego se dispara a sí mismo, descubriendo que a él lo ha devorado la disciplina.
Tal y como Zizek expresa, el objetivo del Ejército es educar bien a los soldados; es decir, hacerlos lo suficientemente hábiles para asesinar pero que, al mismo tiempo, puedan cargar con la culpa de haber quitado la vida. En el caso de Pyle, éste se convierte en una máquina totalmente fuera de control, que tampoco encuentra la forma de volver a su vida antes del encuartelamiento.
Guerra.
Al llegar a Vietnam y después de las primeras ofensivas del VietCong, los soldados parten hacia donde se encuentran sus compañeros. La vida en algunas ciudades parece ser la misma a pesar de la ocupación estadounidense, mientras que, en los campos, miles emigran.
Antes de reunirse con un viejo conocido, el soldado Joker es interrogado por llevar una insignia hippie frente a una pila de cadáveres, al mismo tiempo que se lee en su casco la leyenda born to kill. El soldado responde que ésta es la dualidad del ser humano: la dualidad que existe entre el instinto de conservación de la vida y el de destrucción. En otras palabras y, sirviendo a los propósitos de la guerra, la paz (el bien común) no podría asegurarse de otra forma si no es a través de la violencia (la muerte). El fin justifica los medios.
Sin embargo, una cámara acompaña y documenta esta búsqueda de paz que se convierte en un total sinsentido. Cuando se les pregunta a los soldados cuál es su misión, las respuestas son distintas: acabar con el VietCong; proteger a los vietnamitas; o, simplemente, asesinar. He aquí el potencial del adiestramiento.
Más allá de la consecución de un ideal de justicia o de un objetivo, los cadetes aprenden a matar y a adquirir cierto placer al hacerlo. Nuevamente, la dualidad humana se presenta, adquiriendo un giro interesante y volcándose sobre la pulsión de muerte que satisface los deseos más ocultos y reprimidos de los seres humanos. La distancia con el adiestramiento que mencionamos previamente, funciona de tal modo que evita que los soldados enloquezcan, aunque su comportamiento per se contenga tintes cuestionables.
Este comportamiento representa el lado más inhumano y más terrorífico de la guerra. Nos hace preguntarnos cuál es el límite o cuáles son las restricciones de matar. Nos hace preguntarnos qué cambia en un soldado cuando da muerte a un enemigo.
Stanley Kubrick nos brinda las respuestas a estas interrogantes, cuando el destacamento finalmente se encuentra con el francotirador vietnamita.
Tras escabullirse y lograr salir ileso, el soldado Joker entra al edificio desde el que dispara el francotirador. Al hallarse frente a frente con él, se da cuenta de que se trata de una niña pequeña que había estado escondida y que, sorprendiéndolo sin municiones, está a punto de matarlo. Empero, uno de sus compañeros lo salva, hiriendo de gravedad a la pequeña vietnamita quien pide que terminen con su sufrimiento.
La dureza del soldado Joker es tal, que decide jalar el gatillo de su arma de reserva y, así, el destacamento sale, caminando en la oscuridad por la ciudad incendiada, vitoreando y mencionando entre cánticos a Mickey Mouse en una doble significación: la primera de ellas, como símbolo de la propaganda estadounidense anticomunista que inundaba los medios; la segunda, como muestra de que los soldados habían sido obligados a enfrentar una guerra y a pervertir sus ideas del mundo en razón de un conflicto que no eran capaces de comprender.
Conclusión.
Full Metal Jacket no se posiciona como una película antibélica de drama excesivo. Al igual que Apocalypse Now, este film pretende fijar en la mente del espectador la idea de que los conflictos armados tienen consecuencias en todas partes, sin importar el bando y sin importar las causas que los impulsan. La psique humana es sensible a los estímulos, y por supuesto que será sensible ante la cantidad de eventos catastróficos de una guerra. Si bien hay quienes creen que es un mal necesario en pro de los intereses políticos de una nación, esto no quiere decir que debamos aceptar una postura complaciente y de conformidad. Siempre se debe ser escéptico frente a lo inhumano, especialmente en nuestros días, entre tantas tensiones. Siempre debemos estar en contra de la violencia.
El filme de Stanley Kubrick no se decanta tampoco por una celebración de la guerra ni se hizo con fines propagandísticos. En todo caso, demuestra que la pulsión de muerte puede dirigirse y que puede causar tanto dolor y mal como es posible bajo una institución como el Ejército.
Los soldados que volvieron a casa -y que lo harán, en cada guerra, de cada generación- han perdido más que ninguno. Han perdido una parte de su humanidad, de su identidad y de la inocencia que otros conservan hasta el final de sus días. La guerra es un acto contra los enemigos, al igual que un acto contra todo lo que nos hermana.
Autor: Miguel Sandoval
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