El mundo del arte se ha caracterizado por ser extravagante y a veces hasta exagerado, sobre todo el arte moderno.
Desde el inicIo de la película podemos darnos una idea de lo que vamos a ver, pues los créditos iniciales son muy creativos y llenos de color.
Velvet Buzzsaw es una sátira a la crítica de arte, tomando como pretexto la muerte de un artista maldito que atormenta a todas las personas que se relacionan con sus pinturas.
Todo comienza cuando Josephina (Zawe Ashton) , quién trabaja en una galería de arte, encuentra un cadáver en el edificio donde vive, después entra a su departamento y encuentra una serie de pinturas muy interesantes y con una técnica muy particular. La ambición les gana y comienzan a vender las pinturas sin importar que el autor de las obras quería destruir todo y a partir de ahí, comienzan a ocurrir una serie de asesinatos.
Generalmente un crítico de arte puede influir en la manera en que un artista de proyecta en el mercado, una mala crítica puede destruir la carrera de una persona y un sólo comentario afecta demasiado a los artistas. Por lo tanto la película nos cuestiona si realmente los críticos son objetivos, ya que el arte es subjetiva y la manera en la que aprecias el arte cambia de acuerdo a las experiencia de vida que has tenido, el contexto cultural, educación, entre otras cosas…
La actuación de Jake Gyllenhaal es increíble, da vida a Morf Vandewalt uno de los críticos más respetado dentro del gremio artístico y simplemente llena la pantalla.
La fotografía es hermosa, la iluminación, la composición de los encuadres están muy cuidados, parece que la cámara simplemente sigue a los personajes mientras observaba lo que pasa, me recordó a una pintura, pues combina colores cálidos y fríos de una manera muy armoniosa.
Técnicamente está bien ejecutada, sin embargo en ningún momento logramos conectar con los personajes, el ritmo es muy lento y la cinta se cae por momentos, todo el tiempo esperas que pase algo pero simplemente no ocurre nada.
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