México ha tenido una gran influencia por la cultura de Estados Unidos de América. De
acuerdo con E. Adamson Hoebel (1975), la cultura es, por tanto, un resultado total de la
invención social, y debe considerarse como una herencia social, ya que se transmite por
precepto a cada nueva generación. Además, está salvaguardada continuamente por el
castigo a aquellos miembros de una sociedad que se rehúsa a seguir los patrones de
conducta, que han sido establecidos para ellos en la cultura.
Por lo tanto, al estar tan cerca de este país es imposible no tener cierto apego por su
cultura, esto se puede reflejar en el lenguaje, en el que, en lugar de usar una palabra en
español, utilizamos su sinónimo en inglés, como por ejemplo ´´Almuerzo´´ y ´´Lunch´´. Lo
mismo ocurre con el Cine la mayoría de los mexicanos preferimos consumir cine
americano que cine nacional.
No obstante, considero importante saber realmente qué quiere ver un espectador en el
cine mexicano y qué le hace falta. Debemos apoyar al cine mexicano, pero no porque sea
un producto hecho en el país sino porque tiene la calidad que el público se merece.
Actualmente existe EFICINE 189, un estímulo fiscal para los contribuyentes con el fin de
apoyar a los cineastas mexicanos en la producción o postproducción de largometrajes de
ficción, animación y documental, apoyando también en la distribución de las películas.
Para obtener el apoyo es necesario cumplir con una serie de requisitos y sobre todo tener
una trayectoria en la industria cinematográfica; pero ¿qué oportunidad existe para los
recién egresados de la carrera de cine que no tienen experiencia? En mi opinión, se
debería apoyar al nuevo talento, ya que los estudiantes tienen otra forma de pensar, y que
plasman en excelentes cortometrajes estudiantiles.
Desafortunadamente, el sexenio de Enrique Peña Nieto ha sido uno de los peores para la
cultura y en especial para la industria cinematográfica en México, según El Economista,
2017. Además, el presupuesto ha ido a la baja de manera importante; por ejemplo, en el
2012, ejerció un presupuesto de 408 millones de pesos y en el 2013 cayó a 374 millones
575,584 de pesos, y actualmente se encuentra 100 millones de pesos abajo.
¿Qué le depara al cine nacional? Es claro que necesita un cambio, pero para poder
lograrlo debe existir una unión entre cineastas, distribuidores y el público.
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