Seguramente has llegado a escuchar (o a decir) que el reggaetón no es música, que es un género que denigra a la mujer y más comentarios de este estilo. Son comentarios que se han repetido por años y que no vamos a tomar en cuenta en este artículo. Es hora de ser objetivos, de dejar afuera aquellos comentarios clasistas y de crear un juicio de valor con base en lo que el reggaetón nos ha dejado musical, cultural e históricamente.
Para comenzar, tenemos que entender la estructura musical del reggaetón, ya que tiene una nomenclatura muy marcada y similar a las canciones pioneras (con algunas variaciones). Contiene una lírica con metáforas de fácil comprensión y, principalmente, se tocan temas sexuales y amorosos.
Debido a que es un género joven (en comparación de otros), no obtendremos gran diversidad artística y, mucho menos, encontraremos algún subgénero de éste. Lo que podemos encontrar, a gran escala, son las múltiples colaboraciones que se realizan con diferentes artistas (todos unidos para cantar y bailar reggaetón), haciendo así que, artistas y compositores de otros estilos musicales, se sumen a esta corriente musical perdiendo toda identidad, estilo y esencia.
Resumiendo todo esto y plasmándolo en el estado social en el que nos encontramos, tenemos como resultado una monopolización del género: un Top 10 latino unilateral, lleno de reggaetón. Toda esta problemática puede ser causada por la manera en la que se comercializa este género, ya que lo podemos escuchar en cualquier lugar y a cualquier hora.
Entonces, ¿de quién es la culpa?, ¿será culpa de la industria musical acaparadora que, sabiéndolo muy bien, lo único que nos vende son estereotipos musicales repetitivos? o quizá, el problema se encuentre en la ideología que se ha ido adoptando cada vez más y más por los oyentes del género.
Con el paso del tiempo hemos notado que el arte es un reflejo de la sociedad y una forma de representar las condiciones humanas y sociales que el artista (o colectivo) está pasando. De la misma forma sucede en la actualidad, y siendo el reggaetón un género con temas sexuales y amorosos, hecho para bailar y salir de fiesta, podemos notar la tendencia a la que va dirigida gran parte de la sociedad.
Desde luego que es un tema complejo y que, social o musicalmente, causa disgusto a diversas personas. Nos guste el reggaetón o no, tenemos que estar conscientes de lo que está causando en nuestra sociedad y siendo clasistas no habrá ningún progreso. La única forma que tenemos de cambiar esta tendencia es compartiendo nuestra música, enseñando nuevos géneros a las demás personas y apoyando a aquellos artistas que realmente lo merecen.
POR: FERNANDO SAUCEDO.
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