Llegar al gato al Gato Calavera y recordar viejas glorias fue lo peor que pude haber hecho. El sitio sigue igual sin duda, mismo estilo underground de los noventas, hasta el mismo tipo gente que siempre lo ha frecuentado. Lo distinto es que empieza apestar a bar de “medio pelo” de la Roma: la chela cara, covers superiores a lo que vale el cartel y baños realmente asquerosos, inclusive, Babs Johnson sentiría asco al entrar, pero eso es ya otra historia.
El Bruutal Fest II -que de brutal no tuvo nada- fue un evento de varias coloraciones. El “toquín” inició, como es costumbre en casi cualquier evento de rock and roll, más tarde de lo previsto. La banda que abrió fue Voces, quinteto con bastante energía escénica y música punk cercana al hardcore, fue un inicio que auguraba un buen rock.
La siguiente banda en subir al escenario fue Milfs, cuarteto de Coacalco que en muchas otras ocasiones han mostrado la eficacia de sus riffs rápidos y potentes, casi tan encomiásticos como el “gordito que les tomaba fotos con una sombrilla”, fue una pena que el organizador les cortara el “rollo” y no terminaran su set, aunque las últimas dos rolas sonaron con más “huevos” que de costumbre.
Lo peorcito de la noche -¿ya mencioné los baños o la chela a precios de final de futbol?- fue Pussy Punk, banda de estilo punk californiano, sin duda nada brutal y muy de flojera para la línea que estaba siguiendo el show. Esto más que un tercer acto, pareció un intermedio o un largo comercial denominado: “Entre flores, colores y muchos sentones”, quien sepa lo que es tocar por ser amigo del organizador entenderá la referencia.
La cuarta banda en escena fue Propia Actitud, banda que me sorprendió, justo por su actitud, mucha explosividad sobre el escenario, guitarras rápidas y estruendosas, sin miedo a ser un adulador cualquiera, el escenario les quedo chico. Simplemente mucho mejor escucharlos en vivo que en su bandcamp, no por algo ya tienen más de quince años dándole.
Las últimas dos bandas eran las “pesadas” del cartel. Los Alex banda de Tijuana, con sonido fuerte y estentóreo, lástima, estuvieron a punto de llevarse la noche, vinieron de más a menos. De lo más gachito fue el featuring con Marco de Pussy Punk, rola con más pena que gloria. A la postre hicieron una falsa salida con un cover mal logrado de los dioses aún terrenales, Black Sabbath, esto me recordó la máxima, “para escuchar covers culeros, en mi estéreo”.
La banda que cerró fue Gula, banda con una trayectoria larguísima, yo los escuchaba cuando iba a la secundaria y de eso ya llovió. La banda apeló a la nostalgia, sus rolas fueron muy coreadas, pero falto ese punch que solían imprimir en sus en vivo, supongo que los años no pasan en vano.
En general el toquin estuvo bueno. No tuvo mucha afluencia de gente, posiblemente por el precio del cover, incluso con la promoción de 2x1 en preventa. Aun así, muy probablemente, asistiré a la tercera edición.
Autor: Alonso Vega
Ftografías: Checo Martínez.
Es cierto el gato cada vez está más culero. Se mancharon con los ruquitos de gula jajajja.