En los 60’s se quería censurar al rock porque se decía que era un género “inapropiado”. En los 80’s y 90’s se popularizó y se creó una ola de fanáticos que, hasta ahora, le son fieles.
En la actualidad, existe escasez de seguidores al género. Miles de proyectos y poco apoyo.
Entonces, ¿por qué las bandas independientes?
Para partir, tendríamos que mencionar el enorme esfuerzo que una banda o artista tiene que realizar para que su música llegue a los oyentes. Para esto se tienen que utilizar todos los recursos, gran parte del tiempo y mucha paciencia.
Es natural que, al ser un proyecto independiente, no se encuentre atado a ningún contrato o estereotipo musical. Se trata de proyectos con una libertad creativa y administrativa total que, con mucho esfuerzo, siempre buscan la elaboración de un proyecto de calidad para sus oyentes, llegando a generarse un vínculo musical entre la banda y el público.
Teniendo todas estas cartas sobre la mesa, la pregunta sería: ¿Por qué se está perdiendo el juego?
Como ya lo habíamos mencionado, se está generando una escasez de seguidores; muchas bandas surgen, pero muchas bandas se separan. Dejando un sencillo, un álbum o algunas canciones con un sentimiento y calidad musical tremenda, ahora sólo provocan melancolía.
Ahora bien, sabiendo que existen (y de sobra) las propuestas musicales, es imposible no apuntar a la forma en la que las personas están acostumbradas a consumir música. Sin necesidad de enfocarnos en la gente que sigue algún otro género musical, con tan sólo voltear y observar con atención la manera en la que muchos fanáticos buscan nuevas alternativas, ya sea en la música popular que se está comercializando, o bien, en las bandas que con el paso del tiempo se fueron haciendo clásicas, nos podemos dar cuenta de que se ha comenzado a crear un estilo de dogma musical/sociocultural. En éste, lamentablemente, resulta cada vez más difícil el tener la iniciativa o la curiosidad de querer superar esa barrera existente entre lo comercial y sólo algunas bandas independientes (ya bastante conocidas).
En estas épocas, ¿la música que más se comercializa es siempre sinónimo de calidad? ¿O será que simplemente no se les ha dado ni siquiera la más mínima oportunidad a las bandas emergentes de ser escuchadas por parte de los seguidores del género?
Sea cual sea la respuesta, personalmente, ambas me invaden de tristeza y a la vez me motivan. Está en nuestras manos el mantener viva la esencia del rock.
Sea cual sea el género de tu agrado, siempre va a surgir (o ya existe) un proyecto artístico con hambre de ser oído, de que su arte llegue a más personas y así, cada vez seremos más en este barco.
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